Instrucciones para la meditación Cristiana
Lo esencial del grupo de meditación es compartir el silencio. El silencio sana, libera, nos une a Dios y a los demás. Al estar en contacto con los otros hermanos, despertamos a la verdad más profunda de nuestro ser. La peregrinación a través de la meditación es un viaje difícil y no debemos creer que podemos caminar solos. Necesitamos a los demás. Reconocer esto ya es, de por sí, un acto de profunda. Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana
- Busca un lugar silencioso. Siéntate con tu espalda derecha, permanece quieto/a.
- El cuerpo relajado y a la vez atento, expresa la actitud total de la persona, de atención y reverencia.
- Cierra tus ojos suavemente y empieza a recitar tu palabra, oración o mantra, silenciosa, interior y amorosamente durante todo el tiempo de la meditación.
- Recomendamos la palabra “Ma-ra-na-ta”. Dila en 4 sílabas con igual énfasis y fervor. Esta es una palabra en idioma arameo, el que hablaba
- Jesús. Significa “Ven, Señor Jesús” o “Oh, Señor, ven”. San Pablo termina su primera carta a los corintios con esta palabra (I Cor. 16,22b) y es también casi la última palabra del libro del Apocalipsis (Ap. 22:20).
- No pienses en el significado de la palabra. Presta total atención a su sonido durante todo el tiempo de tu meditación, desde el principio al final.
- Si surge una distracción, simplemente regresa a tu mantra. Medita por 20 a 30 minutos cada mañana y cada noche, cada día de tu vida.
- No evalúes los resultados. Persevera en la práctica humilde y amorosamente.
Referencia: Comunidad mundial para la meditación cristiana (2020) Guia para la meditación personal y grupal. Disponible en: http://www.meditacioncristiana.net/node/805.